Aquí encontrarás actividades y material útil para las clases de Religión, sobre todo para mis alumnas de Efa La Serna. También información sobre el Papa, la Iglesia...
El miércoles 28 de noviembre las alumnas de la ESO visitaron la catedral de la Almudena de Madrid, aprovechando un viaje cultural.
Resumimos todo lo que vieron y aprendieron allí (y completaron en internet):
NOMBRE: Santa Iglesia Catedral de Santa María la Real de la Almudena
LUGAR: Madrid (calle Bailén, 10. 28013 Madrid) Junto al Palacio Real
FECHA DE CONSTRUCCIÓN:
- el rey Alfonso XII puso la primera piedra el 4 de abril de 1883
- la consagró el 15 de junio de 1993 el Papa Juan Pablo II
- el primer arquitecto fue Francisco de Cuba. Además, Juan Moya, Miguel de Olavaria y Enrique Repullés y Vargas. Después de la guerra civil continuaron Fernando Chueca y Carlos Sidro.
ESTILO
El exterior es neoclásico, muy austero.
El interior es neogótico, con tres naves más capillas. Tienen 99 m de largo y 66 m de ancho.
Un aspecto fundamental del espíritu del Opus Dei es la santificación
del trabajo profesional. Con estos vídeos queremos explicar de forma
gráfica en qué consiste.
"Persuadíos de que no resulta difícil convertir el trabajo en un diálogo
de oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya
escucha, ya alienta. ¡Alcanzamos el estilo de las almas contemplativas,
en medio de la labor cotidiana! Porque nos invade la certeza de que Él
nos mira, de paso que nos pide un vencimiento nuevo: ese pequeño
sacrificio, esa sonrisa ante la persona inoportuna, ese comenzar por el
quehacer menos agradable pero más urgente, ese cuidar los detalles de
orden, con perseverancia en el cumplimiento del deber cuando tan fácil
sería abandonarlo, ese no dejar para mañana lo que hemos de terminar
hoy: ¡todo por darle gusto a Él, a Nuestro Padre Dios! Y quizá sobre tu
mesa, o en un lugar discreto que no llame la atención, pero que a ti te
sirva como despertador del espíritu contemplativo, colocas el crucifijo,
que ya es para tu alma y para tu mente el manual donde aprendes las
lecciones de servicio." (San Josemaría, Amigos de Dios, n. 67)
Reproducimos la conferencia del obispo D. José Ignacio Munilla Aguirre, Obispo de San Sebastián, en el Congreso nacional de Pastoral Juvenil celebrado en Valenciadel 1 al 4 de noviembre de 2012.
Su intervención resulta muy sugerente, por la manera de abordarlo. ¡ Saca tus conclusiones!
Reproducimos a continuación el texto íntegro. Merece la pena meditarlo despacio. Además, adjuntamos el vídeo realizado con ocasión de este congreso:
Cuando
hacemos algo mal, nos alejamos de Dios, se abre un abismo entre Él y yo- cuanto
más grave el pecado, mayor es el abismo. Un pecado es una desobediencia voluntaria a la
ley de Dios, a lo que Dios quiere que haga (que coincide con lo que me va a
hacer feliz)
El Papa Juan Pablo II, ante un señor que hacía
muchos años que no se confesaba, le dijo: “¡Qué mal se está lejos de Dios!”.
Por eso
Jesús, sabiendo que íbamos a meter la pata, encargó a los apóstoles: “Lo que
atéis en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desatéis en la tierra,
quedará desatado en el cielo”
Así que, para
no perder a Dios, o para recuperarlo si lo hemos perdido, nos confesamos.
-Dios, a
través del sacerdote, nos perdona los
pecados, limpia nuestra alma de todo lo que le ha ofendido. Nos reconcilia
con Dios y también con la Iglesia
-Nos da
fuerzas (la gracia de Dios) para no
volver a ofenderle, o para volver a pedirle a perdón rápidamente si no hemos
podido evitar volver a pecar.
-Nos da la paz y la alegría de haber hecho las paces con un amigo (Dios) al que
habíamos hecho una faena.
-Nos perdona
parte de la pena que nos corresponde
por las ofensas realizadas a Dios, que pagaríamos con el purgatorio.
Por eso es
tan bueno confesarse con frecuencia,
aunque no hayamos hecho grandes cosas mal, ¡por eso!, para no hacerlas nunca.
¿Cuándo me tengo que confesar?
Siempre que tenga un pecado grave o mortal, porque he
perdido la gracia de Dios, es decir, he echado a Dios de mi alma. Y para
recuperarla, el único medio es confesarse.
Y también si sólo tengo pecados veniales o leves, porque nos
los perdona y, además, nos da fuerzas (gracia) para no volver a cometer más
pecados veniales, y mucho menos, uno mortal.
Además, el sacerdote nos da
algunos consejos que nos pueden ayudar a estar más cerca de Dios y evitar
volver a caer. Es como un entrenador de la vida de relación con Dios.
¿Qué pasos tengo que seguir para confesarme bien?
Para
confesarte bien, y aprovechar a tope esta oportunidad, debes:
1 Hacer examen de conciencia: recordamos los
pecados cometidos desde la última confesión bien hecha. Pregunta a Dios qué te ha separado de Él.
Distingue entre pecado mortal y venial.
2 El dolor de los pecados: por haber
ofendido a Dios o a los demás, o a mi mismo, pide perdón a Dios. Es imprescindible para que la confesión sea
válida (es decir, que realmente Dios te perdone)
3 Hacer el propósito de enmienda: es decir,
proponerme no volver a pecar y poner los medios necesarios para hacerlo. Aunque
probablemente, por debilidad, volvamos a tropezar.
4 Decir los pecados al confesor. Empieza
por lo que más te cuesta y todo será más fácil. Pide al sacerdote que te ayude.
Para que Dios te perdone los pecados mortales debes decirlos en la confesión
(no se te pueden olvidar!), indicando el nº y las circunstancias.
Si me callo
un pecado mortal, no sólo no se me perdonan los pecados, sino que añado otro
mayor: se llama sacrilegio.
Por cierto,
lo que cuentes al sacerdote forma parte del sigilo sacramental: es decir, él no
lo puede contar nunca a nadie. Debe olvidarlo y no hacer uso de esa información
nunca.
5 Cumplir la penitencia: el sacerdote te indicará
que reces alguna oración u otra cosa. Al cumplirla, demuestras con obras que
estás dispuesto a cambiar. Hazlo al salir del confesionario y así no se te
olvidará.
¿Y cuando estoy en el confesonario…?
·Saluda con un
“Ave
María Purísima”
·Di al
sacerdote cuánto tiempo hace que no
te confiesas y luego tus pecados
·Escucha
atentamente los consejos que te dé
el sacerdote y procura hacerlos
·Fíjate en las
palabras de la Absolución (cuando el
sacerdote te perdona en nombre de Dios) y en la penitencia que te indique
·Acuérdate de
rezar la penitencia. Y da las
gracias a Dios porque podemos volver a empezar siempre que queramos.
Para ayudar a fijar algunas ideas, puedes ver estos vídeos:
Si los pecados se vieran como en este vídeo....
La fiesta del perdón en la JMJ Madrid 2011:
La parábola del hijo pródigo contada hoy en día:
Muy divertida explicación sobre la confesión:
Y para los más valientes... este vídeo está en inglés, con posibilidad de poner subtítulos en inglés...
Presentamos hoy a dos santos que se caracterizaron por la búsqueda de la verdad. Tienen apenas eso en común: uno es un hombre que vivió en el norte de África en el siglo V y otro una mujer polaca, de origen judío, discípula de uno de las figuras de la filosofía del siglo XX, Husserl.
Sin embargo, están unidos por su afán de buscar la verdad. ¡Y la encontraron!
Habrás oído este fin de semana el trágico suceso del Madrid Arena: una fiesta multitudinaria, un graciosillo con una bengala y... muchos heridos y varios muertos, todas ellas chicas entre 17 y 20 años.
Una de ellas es Belén, joven estudiante de 17 años, normal y corriente, como muchas otras de su edad.
O quizá no tanto, como podrás comprobar en este impresionante testimonio de sus amigas del colegio; en él han explicado el sentido de la corta vida de su amiga Belén y lo que les ha enseñado:
- su alegría y buen humor
- su esfuerzo por unir a las demás, sin dejar que nadie hablara mal de nadie
- su amor por la Eucaristía
- su intento de acercar a sus amigas a Dios
- las ganas de cambiar el mundo.
Aquí tienes las breves declaraciones de su padre ante los periodistas: "Estamos viviendo estos momentos con mucha tristeza, con mucho dolor,
por nuestra pérdida, pero a la vez con la serenidad y la paz que te da
cuando uno se abandona a las manos del Señor. Ha querido que sea de esta
manera, y hay que aceptarlo. De esa manera uno se siente muy triste,
evidentemente, pero con mucha paz y mucha serenidad" En esta entrevista a su hermano secomprueba la talla humana y espititual de la familia, así como la ayuda de Dios- que nunca falta- en momentos difíciles
Este post me ha parecido muy interesante, ya que es capaz de sacar de un vídeo que ridiculiza a los católicos a raiz de la famosa canción del verano "Amo a Laura", unas interesantes conclusiones:
- que la idea que se tiene de los católicos, y sobre todo de los jóvenes, es un puro estereotipo.
- que si realmente no hubiera una campaña orquestada contra la Iglesia, no se hubieran gastado un duro en ridiculizarla, ¡porque nadie querría ser católico!- lo que niegan las estadísticas....
- que mucha libertad y tolerancia, pero cuando se trata de respetar.... la Iglesia parece no merecerlo.