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jueves, 8 de noviembre de 2012

La confesión en 5 minutos

Qué es eso de la confesión
Cuando hacemos algo mal, nos alejamos de Dios, se abre un abismo entre Él y yo- cuanto más grave el pecado, mayor es el abismo.  Un pecado es una desobediencia voluntaria a la ley de Dios, a lo que Dios quiere que haga (que coincide con lo que me va a hacer feliz)
El Papa Juan Pablo II, ante un señor que hacía muchos años que no se confesaba, le dijo: “¡Qué mal se está lejos de Dios!”.
Por eso Jesús, sabiendo que íbamos a meter la pata, encargó a los apóstoles: “Lo que atéis en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desatéis en la tierra, quedará desatado en el cielo”

Así que, para no perder a Dios, o para recuperarlo si lo hemos perdido, nos confesamos.
-  Dios, a través del sacerdote, nos perdona los pecados, limpia nuestra alma de todo lo que le ha ofendido. Nos reconcilia con Dios y también con la Iglesia
-  Nos da fuerzas (la gracia de Dios) para no volver a ofenderle, o para volver a pedirle a perdón rápidamente si no hemos podido evitar volver a pecar.
-  Nos da la paz y la alegría de haber hecho las paces con un amigo (Dios) al que habíamos hecho una faena.
-  Nos perdona parte de la pena que nos corresponde por las ofensas realizadas a Dios, que pagaríamos con el purgatorio.
Por eso es tan bueno confesarse con frecuencia, aunque no hayamos hecho grandes cosas mal, ¡por eso!, para no hacerlas nunca.

¿Cuándo me tengo que confesar?
Siempre que tenga un pecado grave o mortal, porque he perdido la gracia de Dios, es decir, he echado a Dios de mi alma. Y para recuperarla, el único medio es confesarse.
Y también si sólo tengo pecados veniales o leves, porque nos los perdona y, además, nos da fuerzas (gracia) para no volver a cometer más pecados veniales, y mucho menos, uno mortal.
Además, el sacerdote nos da algunos consejos que nos pueden ayudar a estar más cerca de Dios y evitar volver a caer. Es como un entrenador de la vida de relación con Dios.

¿Qué pasos tengo que seguir para confesarme bien?
Para confesarte bien, y aprovechar a tope esta oportunidad, debes:
1 Hacer examen de conciencia: recordamos los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.  Pregunta a Dios qué te ha separado de Él. Distingue entre pecado mortal y venial.
2 El dolor de los pecados: por haber ofendido a Dios o a los demás, o a mi mismo, pide perdón a Dios.  Es imprescindible para que la confesión sea válida (es decir, que realmente Dios te perdone)
3 Hacer el propósito de enmienda: es decir, proponerme no volver a pecar y poner los medios necesarios para hacerlo. Aunque probablemente, por debilidad, volvamos a tropezar.
4 Decir los pecados al confesor. Empieza por lo que más te cuesta y todo será más fácil. Pide al sacerdote que te ayude. Para que Dios te perdone los pecados mortales debes decirlos en la confesión (no se te pueden olvidar!), indicando el nº y las circunstancias.
Si me callo un pecado mortal, no sólo no se me perdonan los pecados, sino que añado otro mayor: se llama sacrilegio.
Por cierto, lo que cuentes al sacerdote forma parte del sigilo sacramental: es decir, él no lo puede contar nunca a nadie. Debe olvidarlo y no hacer uso de esa información nunca.
5 Cumplir la penitencia: el sacerdote te indicará que reces alguna oración u otra cosa. Al cumplirla, demuestras con obras que estás dispuesto a cambiar. Hazlo al salir del confesionario y así no se te olvidará.

¿Y cuando estoy en el confesonario…?
·      Saluda con un “Ave María Purísima”
·      Di al sacerdote cuánto tiempo hace que no te confiesas y luego tus pecados
·      Escucha atentamente los consejos que te dé el sacerdote y procura hacerlos
·      Fíjate en las palabras de la Absolución (cuando el sacerdote te perdona en nombre de Dios) y en la penitencia que te indique
·      Acuérdate de rezar la penitencia. Y da las gracias a Dios porque podemos volver a empezar siempre que queramos.

Para ayudar a fijar algunas ideas, puedes ver estos vídeos: 
Si los pecados se vieran como en este vídeo....


La fiesta del perdón en la JMJ Madrid 2011:

La parábola del hijo pródigo contada hoy en día:


Muy divertida explicación sobre la confesión:


Y para los más valientes... este vídeo está en inglés, con posibilidad de poner subtítulos en inglés...

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